Esa noche primera
la luna se colgó de mi ventana
para bañar con luz eterea
el lecho que quemaba
el fuego de mi amor y el tuyo.
... Pasaron tantas lunas desde entonces
y una noche cualquiera
de ventana sin luna
de lecho sin tu fuego ni el mío
me enfrenté al tiempo de tu olvido
2 comentarios:
Un placer recorrer tu espacio y leer tus poemas.
Saludos
Gracias mistral un abrazo
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